miércoles, 30 de enero de 2013

Puertas



Quisiera saber explicar cada caso.
Por ejemplo cada dolor, cada risa.
Pero resulta que no puedo.
Quizá porque sigo siendo un torpe
al que no le responden los dedos
ni la voz.

Heme aquí.
Mírame bien.
Dime si no parezco una pieza sobrante de un gran rompecabezas.

Está bien. Solo dime cómo hacerme a un lado. Quiero desaparecer.
A ver si así dejan todos de posar sus desconcertados ojos sobre mí.

_______________

Cuentan que un artista se volvió cuerdo.