He aquí un extracto de una conversación escuchada mientras esperaba un taxi ya entrada la noche en algún sitio de la ciudad.
... ¿nunca te has dicho a ti mismo? aguantar vara no es
fácil, pero también güey, lo que son las cosas, y no me malinterpretes pero la verdad es que nada es igual
desde entonces... a lo mejor no tiene caso, eso de reírse por nada viene y va,
yo no sé llorar, por ejemplo, pero pues... cada quien sus cosas, y es probable que con
el pasar del tiempo aún siga estando en las mismas, o igual puediera ser que no, pero… ¿qué, un cigarro? sí güey, como te iba a diciendo, esta
sensación de no saber ni entender un carajo el mundo debe ser por lo mismo, tú ya sabes... ¿no
prendió? Ya. Lo que digo es que yo solo miro la vida pasar, y entre más
observo, me parece más y más atractiva la muerte. Eso de los ojos cerrados;
soñar sin prisas, para siempre.
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¡Taxi!
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