miércoles, 8 de agosto de 2012
Parálisis
El amor que habitaba en ella era demasiado grande. Dañino.
Fue en la convulsa etapa adolescente que perdió su brújula.
A partir de entonces, fue adentrándose poco a poco en los bosques de la inconsciencia.
Hoy le teme al frío y a las direcciones incorrectas.
Sin embargo, tiembla en algún sitio perdido.
Y no da un paso. No. Ni despierta.
Si tan solo tuviera, en ese letargo, el sueño de cómo volver a casa.
Daría todo, corazón,
por poder poner en tus manos
tu brújula extraviada.
____________________
Tantas aves perdidas...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario